¿Quién sabe?

Sopla un viento levemente fresco.
El mar me trae entre la sal, tu aroma de marinera,
tus ojos llenos de horizontes y fugaces gaviotas
Te has ido, otras tierras te han conquistado,
quizás otros brazos.
El sol brilla sobre el agua mansa e indolente a mi pérdida.
Tu ausencia se agiganta mientras el día corre.
Las sombras alargan a las palmeras,
Y aún te busco inútilmente entre las gentes.
Recorro en las noches las tabernas,
Hay otros ojos y otras bocas
Pero tu te has ido y nada volverá a ser.
Llega la noche, las mismas estrellas que algunas veces nos vieron juntos,
hoy brillan frías y distantes.
Ni tú, donde estés, ni yo, ahora somos los mismos,
El tiempo implacable me grita
que te olvide, que solo fue un sueño,
Que cuando despierte en la mañana ya no serás este dolor.
¿Quién sabe?


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