El lobo perdido por Germán Diograzia
Publicaciones de Germán Diograzia
El lobo perdido por Germán Diograzia Leer más »
Publicaciones de Germán Diograzia
El lobo perdido por Germán Diograzia Leer más »
Publicaciones de Germán Diograzia
Lobas de mar por Germán Diograzia Leer más »
De a poco el sol se deshizo y la noche sorprendió a las pocas personas que aún cruzaban a pie el malecón. Cómodamente desde mi ventana observaba el espectáculo siempre grandioso, cada vez distinto. Al otro lado de la bahía las altas torres del fuerte español se recortaron perfectas sobre un cielo pintado de un
El cementerio de esclavos por Germán Diograzia Leer más »
Una carta escrita desde el Kursk, submarino ruso condenado a muerte
Una carta desde el abismo Leer más »
Las cenizads del flaco: una alucinante historia de un hombre maravilloso
Las cenizas del flaco Leer más »
Le digo algo en gran parte la culpa es suya. Sí ya sé que no tengo derecho a haberlo secuestrado y a tenerlo atado a la silla ¡Ah, no, un momentito! que usted sea el vicepresidente de la Nación no le da más derecho que a cualquier otro ciudadano a ser respetado. Está bien, le
Cinco meses antes de morir Leer más »
Historia verídoica del Mater Dei, viejo barco que lo llevan a hundirse y se niega a morir
El Misterio del Mater Dei Leer más »
Siendo yo un niño, mi abuelo me narró una aventura. Él viajaba, como primer oficial en un barco carguero, en los lejanos mares índicos. No recuerdo por qué razón la nave hizo escala en una remota isla. Desembarcaron en una precaria chalupa (el lugar carecía de desembarcadero) Dos días permaneció allí, junto al capitán. Posiblemente
Las Mil y una Noches (Adaptación libre)Hace mucho tiempo, tanto que los hombres lo han olvidado, vivió en Persia un Sultán, cuyo nombr.e prefiero no pronunciar. Amo y señor de grandes territorios, siempre lo acompañaban recios hombres vestidos de negro y su verdugo, portando su reluciente hacha. El Sultán pasaba las noches en vela El
Las Mil y una Noches (Adaptación libre) Leer más »
Caribe profundo Todos soñamos alguna vez con el paraíso, un lugar perfecto, donde reine la armonía y la naturaleza sea espléndida. Podemos imaginar un lugar así de muchas formas. Para nosotros -hombres de mar- se nos presenta como una isla tapizada por cocoteros. Con arenas increíblemente finas y un mar tibio y transparente, como tantas